Desde su creación en 2004, Saó del Coster siempre ha cultivado sus viñedos de forma tradicional, siguiendo el principio de mínima intervención, respetando los ciclos de la naturaleza, basándose en el calendario lunar y permitiendo únicamente tratamientos biodinámicos en sus viñedos. Es un contrato con la naturaleza para volver a su forma ancestral de trabajar que nos permite producir vinos potentes y elegantes, cuyo ADN principal es el terruño, dando placer a quien los hace y a quien los bebe
Nuestra historia no es un largo río tranquilo, pero nunca hemos transigido con nuestras exigencias en la elaboración y maduración de nuestros vinos. Desde la primera añada, nos hemos rodeado de profesionales competentes para producir vinos complejos, potentes y elegantes, pero también para obligarnos a cuestionarnos constantemente.
Queremos que nuestros vinos expresen la pasión que tenemos por hacerlos. Respetamos la tierra eliminando todos los productos químicos y renunciando al uso de herramientas mecánicas. Nos complace que los vinos que hemos cultivado a nuestro ritmo, sin imponer un calendario comercial, seduzcan a los gastrónomos nacionales y extranjeros. .